-La próxima vez que te atrevas a tratarme de este modo voy a dejarte-, te he dicho. -¿Ah, sí?; -¡Sí!
Tu silencio ha llenado toda la casa y has apagado el televisor. Otra vez más, sin poder entretenerme con los colores proyectados por la pantalla, he reflexionado sobre mi oficio. He puesto mis manos en remojo y sin que nunca me gustase el barro más que a ti, he reproducido con otras formas nuestro futuro.
2 comentarios:
¿Tendremos que volvernos fríos como el hielo para poder esculpir algo que tenga forma aunque sea gélida?
Bonito.Besazos.
Besazos a ti, como un frigopie!
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